La Biblia nos enseña lo siguiente acerca de la gracia de Dios:
- La gracia es recibir lo bueno de Dios que no merecemos.
De igual manera, da lo bueno a tu esposo (a) e hijos aunque creas que no lo merecen.
- Somos salvos y perdonados por la gracia de Dios.
De igual manera, perdona a tu familia como quieres que Dios te perdone.
- En su gracia Dios nos confronta y disciplina en amor para nuestro propio bien y no nos condena.
De igual manera, confronta en amor y con gracia los pecados, los malos hábitos y las malas actitudes en tu casa, pero no lo hagas en ira y para crear culpabilidad.
- La gracia de Dios nos restaura cuando somos disciplinados o cuando fallamos.
De igual manera, restaura la relación, la autoestima, a la persona después de disciplinarla o confrontarla, manifestando la gracia de Dios a tu esposo (a) o a tus hijos.
Textos claves:
(Dt 7.7; 8.14-18; 9.4-6; Sal 103.4, 10; Jon 4.2: Os 14.4; Hch 15.11; Ro 4.13-16; Ro 3.24; Ef 1.7; 2.8; 1 P 1.10; Tit 3.7).