Soldados ¡Calzaos vuestro pies!
Soldados ¡Calzaos vuestro pies!

Soldados ¡Calzaos vuestro pies!

 “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz”

Efesios 6:15

INTRODUCCIÓN:

En los tiempos de Jesús y de los apóstoles todas las ciudades que estaban dominadas por el imperio romano, al igual que la ciudad de Éfeso, estaban acostumbradas a ver a los soldados romanos marchar por sus calles. Ya que los ciudadanos estaban familiarizados con la vestimenta de los ejércitos de Roma y con la cultura greco romana, el apóstol Pablo usa la armadura, de este admirable ejército, para simbolizar cómo deben estar preparados los cristianos para la lucha espiritual que viven.

En la Biblia encontramos muchas veces que Dios usa cosas de las cuales las personas de los tiempos bíblicos conocían y estaban acostumbradas, como por ejemplo la siembra y la pesca, para enseñar cosas desconocidas del Reino de los cielos de las cuales no estaban acostumbrados. Por lo tanto, el apóstol Pablo, dirigido por el Espíritu Santo, usa la armadura de Dios como una figura literaria, y no como una alegoría mística o un asunto literal, para enseñarnos principios eternos del reino de Dios.

En la antigua Roma los soldados se distinguían por el tipo de calzado que llevaban. El calzado que usaban los legionarios no tan sólo eran cómodos y les servían para viajar por kilómetros, protegiendo sus pies, sino que también les servían como armas letales para pisotear hasta la muerte a sus enemigos.

1. CONTENIDO:Los soldados romanos se calzaban los pies con los zapatos adecuados para marchar y expandir su imperio. Al igual los cristianos debemos expandir el Reino de Dios calzándonos los pies con el apresto del evangelio de la paz. (Efesios 6:11)

Es necesario ponerse la armadura adecuada para la guerra. Así como en la actualidad los soldados usan zapatos tácticamente adecuados y cómodos para el terreno y para la misión. Los cristianos somos soldados que tenemos que tener calzados los pies con el apresto (Griego: apresto = fundamento) del evangelio de la paz. (Efesios 6:15). Este texto implica que somos soldados que están en una guerra y que por lo tanto necesitamos la armadura tácticamente correcta.

Irónicamente esta guerra no la peleamos matando a nuestros enemigos, sino al contrario, dando vida a aquellos que están en enemistad con Dios. Al calzarnos los pies con el apresto del evangelio de la paz llevamos un mensaje de paz y de salvación y no uno de religiosidad y condenación. (Definición de Evangelio = Buenas Noticias – Rom 3:23-24, Rom 6:23)

2. Los soldados romanos se calzaban los pies para ir a la guerra. Al igual los cristianos debemos pelear, llevando el evangelio, calzándonos los pies con el apresto del evangelio de la paz. (Efesios 6:12)

Los soldados romanos salían a la guerra continuamente como parte de su juramento y entrega. El que desobedeciese enfrentaba la pena de muerte.Hoy en día no es diferente, cuando un soldado desobedece o deserta tiene que enfrentar juicio militar y en algunos casos la muerte. Delante de Dios los cristianos tenemos como obligación calzarnos los pies con el apresto del evangelio de la paz y llevar el evangelio de salvación sin cobardía. (Mt 11:12, Ap 21:8). Estamos llamados por Dios a cumplir la gran comisión.

3. Los soldados romanos se calzaban para defender su territorio. Al igual los cristianos debemos hacer defensa de nuestra fe en Jesús calzándonos los pies con el apresto del evangelio de la paz.. (Efesios 6:11)

Los soldados romanos tenían que tener una armadura impecable y lista para salir a la batalla o para defender su territorio y la insubordinación e indisciplina no eran toleradas en el imperio. La clave de supervivencia de cualquier imperio o nación es tener un ejército preparado para atacar y para defenderse. La potencia mundial más poderosa en el mundo no es una nación, sino que lo es la iglesia de Cristo. Somos soldados del pueblo de Dios que estamos llamados a permanecer en pie defendiendo los principios del Reino de Dios.

CONCLUSIÓN:

Los hijos e hijas de Dios estamos llamados por Dios a calzarnos los pies con el apresto del evangelio de la paz. No de una manera mística o esotérica. No de una manera imaginaria en oración. Estamos llamados a vivir y aplicar este principio. Como soldados valientes y esforzados, estamos llamados por Dios a expandir su Reino, a predicar el Evangelio de Cristo y a hacer defensa de nuestra fe en Jesús, siendo soldados que no temen y que no se avergüenzan del Evangelio de Jesucristo.